Hoy os traemos una nueva entrada relacionada con el embarazo y en cómo puede afectar éste en la salud oral de la mamá.
El embarazo, como todos sabemos, comporta una serie de cambios orgánicos y de conducta que pueden repercutir en la cavidad bucal provocando un mayor riesgo de caries y de enfermedad de las encías.
Hay algunas mamás que después de dar a luz y contar su experiencia a los demás, tienden a decir que
“cada embarazo le costó un diente”.
No sé si alguna vez lo habrás escuchado... pero no tiene por qué ser así si mantienes una correcta higiene de tu boca y elaboras una dieta sana.
Consejos:
- Cepillar dientes y encías cuidadosamente dos veces al día. (Recalco cuidadosamente. Las encías son muy sensibles y podrías dañarlas)
- Usar un cepillo suave y pequeño para evitar náuseas
- Utilizar pasta dentífrica fluorada.
- Limitar los alimentos azucarados en las comidas y no entre horas (y diréis... ya, y los antojos, qué?! siii, está permitido... pero de vez en cuando sólo, eh...)
- Prefiere la futa fresca en lugar de zumos industriales (Suelen ser altamente azucarados)
- Evita las bebidas carbonatadas
- Mastica chicle sin azúcar y con xilitol
Daños en las encías, el paladar y la garganta, produciendo inflamación de los mismos. Las manos u otros elementos introducidos para estimular el vómito pueden provocar heridas en la garganta y el paladar, que en ocasiones llegan al sangrado.
Las glándulas salivares suelen aumentar de tamaño, en especial las parótidas, como consecuencia de la acción de vomitar.
¿Qué hacemos, si no podemos evitarlo? Ya sabemos que normalmente eso no es un acto voluntario, y que si se pudiera evitar, todos lo haríamos. ¿Cómo proteger nuestra boca? tomando pequeñas cantidades de frutas, vegetales, yogur o queso a lo largo del día, usando colutorio fluorado diario y enjuagándose la boca con agua después de cada vómito.
Podéis preguntaros, ¿cuál es el mejor momento para acudir al dentista?
Puedes visitarle y recibir tratamiento dental en cualquier momento de su embarazo, sin embargo te será más cómodo hacerlo en el segundo trimestre. Tu dentista se encargará de darte los consejos necesarios para mantener una boca sana.
¿Creíais que habíamos terminado? ¡También tenemos para el bebé!
Muchas personas pueden pensar que al ser bebés y no tener todos los dientes, o al no masticar alimentos tal y como lo hacemos nosotros los adultos, no debemos mantener una higiene pulcra en su boca. Después de la erupción de los primeros dientes (en torno a los 6 meses), límpiaselos con una gasita y agua o un cepillo pediátrico ultrasuave después de las comidas.
¡Importante! No dejes al bebé acostado con el biberón (salvo que contenga agua)
Después del parto, la mamá tiene que cuidar su boca de igual manera que cuando estaba embarazada. Acuérdate que tu saliva tiene bacterias: no contamines la cuchara del bebé, chupete o biberón.
¿Qué os ha parecido la entrada de hoy? ¿Os ha faltado algo? Ya sabéis, ¡para cualquier duda o más información sólo tenéis que dejar un comentario y contestaremos tan brevemente como podamos!
Enhorabuena a todas las mamás y a las futuras mamás... ¡seguro que lo hacéis genial! Recuerda que una buena salud oral durante el embarazo tiene un impacto positivo en tu salud y en la de tu bebé.
Os dejamos estas barrigas tan chulas que hemos visto... ¡Nos encantan!
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