martes, 7 de julio de 2015

Bruxismo. ¿Qué es?

¡Buenos días desde la clínica dental Hnos. Domínguez Aramendi, en Logroño!
¿Qué tal estáis hoy?

Hoy estamos de nuevo aquí para hablar sobre el bruxismo.
Primero, ¿qué es?
El bruxismo es un hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin propósitos funcionales. Este hábito involuntario en un principio puede parecer inofensivo, pero si lo tenemos como hábito puede llevarnos a dolores de cabeza y músculos de la mandíbula, cuello y oído.
El rechinamiento puede producir desgaste de los dientes y molestia en la gente de alrededor.

Este hábito afecta a ambos sexos por igual, a niños y adultos.

El bruxismo puede clasificarse en:
  • Bruxismo céntrico: (apretamiento), daña el cuello de los dientes provocando generalmente abfracciones cervicales, siendo los premolares las piezas más comúnmente dañadas por su posición en la mandíbula. Además de acompañarse de cefaleas tipo tensional.
  • Bruxismo excéntrico: daña el borde incisal y oclusal de los dientes generando atriciones en distinto grado. Los movimientos excursivos de la mandíbula siguen un patrón definido que se relaciona con el desgaste en las piezas (al momento de deslizar los dientes, los desgastes son coincidentes), afecta mayormente a incisivos
Ambos bruxismos pueden afectar de manera simultánea a una persona y además, suelen confundirse con otras lesiones no cariosas provocadas, por ejemplo, por un cepillado traumático.

El bruxismo ocurre en diferentes partes del día y de diferentes maneras:
  • Mientras dormimos: (somos inconscientes) Generalmente, el paciente bruxómano nocturno no es consciente del problema, y los datos de esta parasomnia proceden de los compañeros de cama o habitación alarmados por el ruido de los dientes, y también de los dentistas que observan la destrucción del esmalte y la dentina.
  • Durante el día: Ocurre durante la vigilia, generalmente de manera inconsciente asociada a periodos de estrés laboral

Y bien... os preguntaréis: ¿Qué solución podemos ponerle a todo esto?
Para empezar, como ya sabemos, visitar al dentista para que éste nos diagnostique correctamente el bruxismo u otra patología que pudiéramos tener.
¿Qué elementos o hábitos pueden corregir esta costumbre?

  • FÉRULAS OCLUSALES: La férula o guarda oclusal trata el síntoma y no la causa. Es el tratamiento por tradición y más comúnmente implementado por los odontólogos generales. El paciente la utiliza de día (diurno), de noche (nocturno) o todo el día en los casos de bruxismo intensa. Puede ser confeccionada de acrílico o de un material más liviano como la silicona. Las férulas confeccionada con acrílico son económicas y complejas de realizar por la diversidad de pasos y el uso de laboratorio para su recorte y pulido, son incomodas para el paciente y muy rígidas para producir un contrapeso al frotamiento excesivo. Las férulas de silicona son livianas, dóciles y cómodas para quien la usa; durante el frotamiento se reduce la fuerza de contacto entre la férula y los dientes.
 
 

  • RELAJACIÓN: En algunas personas, sólo la relajación y la modificación de comportamientos diurnos son suficientes para reducir el bruxismo nocturno. Se suele implementar la relajación de la musculatura corporal como alternativa viable para la reducción y eliminación de los estados de nerviosismo, estrés y ansiedad.

Esto ha sido todo... ¡Gracias por leernos un día más! La próxima entrada estará relacionada con la articulación temporomandibular (ATM)

¡Qué paséis un buen Martes, cuidado con el sol!

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