martes, 30 de junio de 2015

Halitosis, ¿se puede remediar?

En esta segunda entrada queremos hablar sobre la halitosis. ¿Por qué?
Es algo que afecta a una parte amplia de la población, y puede venir dada por varios factores.
 
 
                                                  ¿Qué es la halitosis?

La halitosis, también conocida como mal aliento, se define como el conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca. Es un problema que afecta a una de cada dos personas.
Se considera un problema de carácter social relacionado con una higiene bucal deficiente o con enfermedades de la cavidad oral, aunque en ocasiones puede ser una manifestación de alguna otra patología.

                                                    ¿Cuál es el origen?

En función de su origen, existen dos tipos de halitosis: la halitosis oral y la halitosis extraoral.
  1. Halitosis oral: proviene de la propia cavidad oral y se debe principalmente a la acumulación de biofilm oral (placa bacteriana) en la lengua. Aunque también puede estar causada por otras situaciones como: problemas periodontales, caries dentales, hábito de fumar, entre otras. Según ciertos estudios, la Halitosis oral corresponde al 90% de los casos.
  2. Cuando la halitosis se origina fuera de la cavidad oral, se denomina halitosis extraoral. Se debe principalmente a trastornos sistémicos, del tracto respiratorio superior/inferior, del sistema digestivo, así como enfermedades hepáticas o renales. Y ésta corresponde al 10% de los casos.
                                               


                                                              Causas

                                         
 La producción de sustancias malolientes, los más frecuentes los Compuestos Volátiles de Sulfuro (CVS), se asocia a los productos resultantes de la degradación del metabolismo de las bacterias, generalmente las bacterias anaerobias gram-negativas, que se localizan principalmente en la zona posterior del dorso de la lengua y en otras localizaciones como bolsas periodontales.
Las causas de la Halitosis oral pueden ser patológicas y no patológicas.


                                                Las no patológicas serían:

  • Aliento matutino: durante el sueño el flujo de la saliva disminuye, ello facilita el crecimiento incontrolado de bacterias productoras de gases malolientes.
  • Edad: la calidad del aliento cambia con la edad. Es probable que los ancianos sufran cambios regresivos en las glándulas salivales y afecten a la calidad y cantidad de la saliva, incluso con una buena higiene bucal.
  • Prótesis dentarias: las dentaduras postizas y puentes pueden acumular restos de comida. Si se dejan toda la noche se produce un desagradable y característico olor.
  • Fármacos: existen medicamentos que producen xerostomía (boca seca), como los anticolinérgicos, antidepresivos, etc. La saliva favorece la limpieza de cavidad oral y reduce el mal olor. 
  • Tabaco: fumar crea un aliento característico que puede durar algunos días más, incluso después de haber dejado de fumar.
  • Periodos de ayuno: saltarse las comidas y llevar una dieta hipocalórica puede favorecer el mal aliento.
  • Dieta: después de la ingesta de algunos alimentos (cebolla, ajo) o el consumo de alcohol, ciertos metabolitos pueden absorberse a nivel gastrointestinal, pasan a la circulación, se metabolizan en la mucosa e hígado y son expulsados por los pulmones.
            
                                                        Las causas patológicas:

  • Enfermedad periodontal, caries.
  • Higiene oral deficiente, la falta de eliminación de biofilm oral (placa bacteriana), provoca el crecimiento bacteriano. Los lugares donde se suelen acumular las bacterias son la lengua, espacios interproximales, área subgingival, abscesos. La lengua es la localización de mayor predominio de las bacterias anaerobias en la boca.
  • Causas ulcerativas: úlceras traumáticas, infecciosas, estomatitis.
  • Faringe: infecciones víricas, bacterianas o fúngicas.
  • Necrosis por radioterapia y quimioterapia en pacientes con neoplasias.

Las causas de la Halitosis extraoral podrían ser: nasales (sinusitis), enfermedades digestivas, enfermedades respiratorias, enfermedades sistémicas (diabetes mellitus mal controlada, infección renal, disfunción hepática, Síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, etc.).

                                                           Diagnóstico


En general, la Halitosis es difícil de diagnosticar, ya que es improbable que uno mismo detecte su propio mal aliento. En algunos casos el mal aliento simplemente se sospecha. Ante la duda, se recomienda consultar el tema con alguna persona de confianza, quien podrá detectar con mayor facilidad la presencia de mal aliento. 


Desde el punto de vista asistencial, la ayuda de un profesional del área odontológica puede contribuir en el diagnóstico. En la exploración de un paciente con Halitosis se involucran aspectos fundamentales, como el estado de salud general junto con el estilo de vida (costumbres y hábitos), también la situación oral y sus hábitos de higiene. Además, se debe realizar una medición cuantitativa del mal aliento.

                                                               Tratamiento 

 

Si de verdad quiere saber qué es lo que está causando su mal aliento, piense en concertar una cita con su dentista. Conociendo su historial médico y dental completos y realizando un examen de la boca, el dentista será capaz de identificar el foco del problema. Pueden existir muchas causas de mal aliento, entre ellas ciertos alimentos, el alcohol y el tabaco, una higiene bucal inadecuada, periodontitis, diabetes, el síndrome de la boca seca, sinusitis o infecciones de garganta, abscesos o infecciones en los pulmones, insuficiencia renal/hepática, problemas gastrointestinales y dietas de adelgazamiento excesivas.


Es importante limpiarse muy bien la boca en casa tres veces al día con un cepillo y una pasta de dientes antibacteriana con flúor, así como hilo dental para eliminar cualquier resto de alimentos o la placa de los dientes, las prótesis y los implantes. También hay que cepillarse la lengua para eliminar las bacterias que causan malos olores. Un estudio publicado en una revista científica mostró que cuando se combina el cepillado de dientes y lengua con el uso del hilo dental durante dos semanas se reducen significativamente las hemorragias en las encías así como el mal aliento. Otro estudio clínico realizado por investigadores dentales de la Universidad de Buffalo confirmó que cepillarse los dientes dos veces al día con pasta de dientes antibacteriana utilizando un cepillo provisto de limpiador de lengua puede eliminar el mal aliento.

Existen, entre otras muchas herramientas,  los "limpiadores de lengua" para minimizar o prevenir esta patología. Los podemos encontrar en supermercados tan comunes como "Mercadona" o en farmacias de marcas más específicas. (Halita, Dentaid...)



 

 

Por todo esto, recomendamos siempre visitar al odontólogo para que pueda valorar si es existente esta halitosis, cuánto de avanzada está la patología, y la posible existencia de otras patologías fuera de la rama odontológica.

 
¡Muchas gracias! Si tenéis alguna duda, no dudéis en ponerla por aquí y la contestaremos tan brevemente como podamos.

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